Había una vez un hombre que solía ir cerca del mar para escribir y tenía el hábito de andar por la playa antes de empezar a ello.Un día, mientras iba andando a lo largo de la playa, vió a lo lejos una figura humana que parecía estar bailando.
Se sonrió por el hecho de que alguien pudiera estar bailando a esas horas y apretó el paso para acercarse. Al hacerlo se dio cuenta de que era un hombre jóven y de que no estaba bailando sino cogiendo cosas pequeñas de la orilla y, apresurado, las iba lanzando todo lo lejos que podía al mar.
El hombre se acercó un poco más y le dijo al joven:"buenos días, ¿puedo preguntar qué haces?"El joven se paró y le contestó:"devolviendo al mar estrellas de mar que las olas han sacado del agua".Y "¿por qué?" le replicó nuestro hombre.A lo que el muchacho le contestó:"El sol está alto y la marea está bajando, si no las tiro al agua morirán"
El hombre, sorprendido, le volvió a preguntar:"¿Pero no te das cuenta de que hay cientos de kilómetros de playa y que hay estrellas por toda ella?... ¡no vale la pena!"El jóven se quedó pensativo y cogiendo una estrella del suelo la lanzó bien lejos y justo cuando impactó en el agua le dijo al hombre:"¿Ahora lo ves?, para esa estrella sí ha valido la pena.
"The Starfish Story - Loren Eiseley
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